Del banco a la blockchain: cómo auditar pagos digitales y criptomonedas corporativas

Auditoría Interna

En un encargo reciente de auditoría financiera, una firma independiente descubrió un hallazgo inesperado. El cliente, una empresa de comercio internacional, había adoptado pagos digitales y criptomonedas estables (stablecoins) como parte de su estrategia para agilizar transacciones con proveedores en distintos países. 

Todo parecía funcionar bien hasta que, durante la revisión de movimientos, el equipo auditor detectó pagos repetidos por el mismo importe y destinatario, pero ejecutados desde diferentes wallets corporativos en la misma franja horaria. 

Al investigar, encontraron que un empleado con acceso administrativo había realizado transferencias duplicadas usando una integración no autorizada con la pasarela de pagos. La empresa perdió una suma significativa en cuestión de horas. El fraude fue posible porque no existían controles adecuados sobre la gestión de claves privadas ni sobre la conciliación diaria de transacciones digitales. 

Este caso ilustra un desafío creciente: la expansión de los pagos digitales y el uso corporativo de criptomonedas abre oportunidades para la eficiencia, pero también nuevos riesgos que la auditoría financiera debe saber identificar y mitigar. 

Un escenario en rápida evolución 

En 2025, el ecosistema de pagos corporativos está experimentando transformaciones profundas: 

  • Pagos digitales B2B: Transferencias instantáneas, wallets empresariales y pasarelas de pago integradas directamente con los ERPs. 
  • Criptomonedas estables: Empresas que usan stablecoins como USDC o USDT para pagos internacionales, reduciendo costos y tiempos frente a transferencias bancarias tradicionales. 
  • Integración con fintechs: Servicios que permiten automatizar pagos y cobros desde plataformas centralizadas. 

Según datos de Deloitte Payments Insights 2025, el 38% de las empresas medianas y grandes ya usan algún tipo de pago digital no bancario para operaciones B2B, y un 12% ha incorporado criptomonedas estables en su flujo de pagos internacionales. 

 El reto para el auditor financiero 

La auditoría financiera tradicionalmente ha estado enfocada en validar transacciones bancarias y flujos de efectivo en entornos controlados por instituciones financieras reguladas. Sin embargo, con los pagos digitales y los criptoactivos corporativos, el auditor enfrenta nuevos retos: 

  • Verificación de transacciones en blockchain: Confirmar que las operaciones registradas en la contabilidad coinciden con las transacciones en la cadena de bloques y que pertenecen a wallets controlados por la entidad auditada. 
  • Trazabilidad en múltiples plataformas: Las empresas pueden usar varios proveedores de pagos y custodios digitales, cada uno con formatos y reportes distintos. 
  • Control de accesos y llaves privadas: En criptomonedas, la posesión de la clave privada equivale al control del activo. Una gestión inadecuada puede derivar en pérdida irreversible de fondos.
  • Riesgo regulatorio y de cumplimiento: Dependiendo de la jurisdicción, los pagos digitales y criptoactivos pueden estar sujetos a requisitos de reporte, auditoría o registro ante autoridades. 

El caso continuado: cómo se abordó 

En el caso de la empresa de comercio internacional, el equipo auditor aplicó un procedimiento específico para este tipo de operaciones: 

  • Extracción de registros de blockchain: Se obtuvieron todas las transacciones desde los wallets corporativos en los últimos 12 meses y se verificaron contra el libro mayor. 
  • Conciliación con pasarelas de pago: Las operaciones se cruzaron con los reportes de la plataforma de pagos digitales para identificar discrepancias.
  • Revisión de accesos y permisos: Se auditó la lista de usuarios con control sobre las claves privadas y la configuración de pagos automáticos.
  • Confirmación con terceros: Se enviaron confirmaciones directas a proveedores y custodios para validar que las operaciones eran legítimas y autorizadas. 

El hallazgo del fraude llevó a la empresa a rediseñar su política de control interno, incorporando autenticación multifactor para transacciones digitales y conciliaciones diarias de wallets. 

Riesgos más frecuentes detectados en auditorías 

La experiencia acumulada en distintos encargos muestra que los riesgos más comunes en pagos digitales y criptomonedas corporativas son: 

  • Pagos duplicados o no autorizados por falta de segregación de funciones. 
  • Errores en la integración entre ERP y plataformas de pago, que generan registros contables incompletos o inconsistentes. 
  • Pérdida de claves privadas sin copia de seguridad segura. 
  • Uso de wallets personales para operaciones corporativas. 
  • Ausencia de procedimientos de conciliación periódica con la blockchain o con reportes de proveedores de pago. 

Buenas prácticas para auditores financieros 

Para responder a estos riesgos, las firmas de auditoría están incorporando prácticas especializadas en sus procedimientos: 

  • Mapeo completo del ecosistema de pagos: Identificar todas las plataformas, wallets y proveedores que intervienen en los flujos de pago. 
  • Revisión de controles de acceso: Verificar que exista segregación de funciones y que las claves privadas estén protegidas.
  • Conciliaciones automatizadas: Usar herramientas de análisis que comparen en tiempo real los registros contables con las transacciones en blockchain o plataformas de pago.
  • Procedimientos de confirmación externa: Confirmar saldos y operaciones directamente con custodios y proveedores de pago.
  • Evaluación del marco regulatorio aplicable: Verificar que la empresa cumpla con las leyes y regulaciones de su jurisdicción para operaciones con criptoactivos y pagos digitales. 

El papel del auditor en la era digital 

El caso del fraude detectado en pagos digitales demuestra que el rol del auditor financiero se está ampliando. Ya no basta con dominar las normas contables y de auditoría; ahora es esencial entender: 

  • Cómo operan las plataformas de pagos digitales. 
  • Cómo se valida información en blockchain. 
  • Qué riesgos tecnológicos y de control interno surgen de estas nuevas formas de transacción. 

Este conocimiento no solo es clave para detectar errores y fraudes, sino también para asesorar al cliente en la implementación de controles preventivos, fortaleciendo así la relación de confianza entre auditor y auditado. 

Conclusión: un cambio que llegó para quedarse 

Los pagos digitales y las criptomonedas corporativas no son una moda pasajera; son parte de la infraestructura financiera moderna. Para la auditoría financiera, representan tanto una oportunidad como una responsabilidad: 

  • Oportunidad, porque la transparencia de la tecnología blockchain puede mejorar la calidad de la evidencia. 
  • Responsabilidad, porque la falta de controles adecuados puede facilitar fraudes rápidos y difíciles de revertir. 

En este nuevo escenario, el auditor financiero que combine criterio profesional, conocimientos tecnológicos y procedimientos adaptados estará mejor preparado para salvaguardar la integridad de la información financiera y proteger los intereses de las partes interesadas. 

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