Los equipos que destacan no son los que acumulan más hallazgos, sino los que priorizan bien, ejecutan a tiempo y cierran de verdad. Para lograrlo, mide por etapas:
Planificación
- Cobertura de riesgos críticos (%): cuántos “alto” del mapa ingresan al plan (objetivo ≥85%).
- Alcance con hipótesis de valor (%): auditorías con beneficio esperado claro (≥90%).
- Lead time a kickoff (días): agilidad entre asignación y arranque (≤15).
- Reprogramación del plan (%): flexibilidad con control (≤20% y justificada).
Ejecución
5) Cumplimiento de hitos (%): plan de trabajo, campo, cierre (≥85%).
6) Horas vs. presupuesto (%): eficiencia (90–110%).
7) Retrabajo en papeles (%): calidad a la primera (≤10%).
8) Hallazgos materiales/100h: productividad con impacto (seguir tendencia).
9) Evidencia trazable (%): procedimiento→evidencia→conclusión (≥95%).
Reporte
10) Tiempo a borrador (días): del cierre de campo al primer draft (≤10).
11) Claridad del informe (1–5): legibilidad y accionabilidad (≥4,2).
12) Severidad ponderada: perfil de riesgo (para comparar tendencia vs. riesgo inherente).
Seguimiento
13) Implementación efectiva 1er intento (%): sin reaperturas (≥85%).
14) Días a cierre (p50/p90): velocidad real de remediación (p50≤60; p90≤120).
15) Reincidencia (%): sostenibilidad (≤10%).
Cómo usarlos sin que te usen:
- Tablero por etapa con semáforos y responsables.
- Tendencia antes que foto del mes.
- Nota de interpretación por KPI (supuestos y límites).
- Equilibra cantidad con calidad (claridad, severidad, cierre).
Con este set, tu auditoría planifica mejor, ejecuta con foco, reporta a tiempo y cierra lo que promete.